Códices de la Capilla Sixtina en la Biblioteca Capitular de Toledo (Catálogo de la Exposición)

Una de las misiones principales de los Cabildos catedralicios es la de promover el culto divino con el mayor esplendor y perfección posibles. La iniciativa que ha tenido el Cabildo de la Catedral de Toledo en el montaje de la Exposición de algunos códices vaticanos, provenientes de la Sacristía de la Capilla Sixtina en el Vaticano, conservados en la Biblioteca Capitular no es sólo una manifestación cultural sino que muestra también el cuidado y la atención que la Iglesia siempre ha dedicado a la liturgia. En este sentido las 27 obras que se exponen al público por primera vez en Toledo constituyen un conjunto de extraordinario valor artístico y religioso.

La Exposición permite además conocer más de cerca y proyectar la figura de nuestro predecesor en este arzobispado, el cardenal D. Francisco Antonio de Lorenzana, excelente y fiel pastor, infatigable impulsor de reformas sociales que le valieron el apelativo de Padre de Los pobres, además de mecenas de los artistas e intelectuales más destacados de su época. El cardenal Lorenzana pasó sus últimos años en Roma, acompañando a los papas Pío VI y Pío VII durante los atribulados años de ocupación napoleónica en los Estados Pontificios.
En la Ciudad Eterna adquirió una parte considerable de la riquísima biblioteca del cardenal Zelada, así como una colección de códices litúrgicos procedentes de la Capilla Sixtína que donó generosamente a la biblioteca de su amado Cabildo toledano, donde se han conservado hasta ahora.

Se trata de una colección de libros manuscritos (misales, breviarios, evangeliarios y otros textos) preciosamente elaborados y con una rica decoración que permite conocer la evolución del arte de la miniatura desde la Edad Media hasta el siglo XVIII. Estas magníficas obras fueron creadas para uso de Papas, Cardenales y otros miembros destacados de la Curia Romana en sus celebraciones litúrgicas en la Capilla Sixtina, usándose hasta que a finales del siglo XVIII los acontecimientos políticos y militares aconsejaron ponerlo s a salvo de posibles deterioros, pérdidas o destrucciones. Tras una serie de traslados los códices se depositaron en Toledo en los primeros años del siglo XIX. Circunstancias políticas e históricas propiciaron que algunos de ellos, más tarde, pasaran desde la Biblioteca Capitular de Toledo a la Biblioteca Nacional de España, en Madrid, donde permanecen, y otros procedentes de la Biblioteca Arzobispal pasaran a integrar la Colección Borbón-Lorenzana, conservada hoy en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, en Toledo.

Desde estas páginas felicito al Cabildo de Toledo por esta iniciativa que contribuye a la difusión de la cultura religiosa católica a través de una exposición del patrimonio documental conservado en su biblioteca, y que en definitiva es una muestra más del servicio que la Iglesia realiza a la sociedad donde se inserta.

+ Braulio Rodríguez Plaza

Arzobispo de Toledo

Primado de España

2011 – 184 págs.