José Rivera, un sacerdote diocesano

589 págs. – 2005

El Seminario de Toledo experimentó un asombroso crecimiento
entre los años 1975 y 1990. El cardenal Marcelo puso en la tarea todo su empeño
pastoral, encontrando colaboraciones muy valiosas. Uno de estos colaboradores ha
sido el sacerdote diocesano de Toledo, el siervo de Dios José Rivera Ramírez
(1925-1991), formador de sacerdotes desde el ámbito de la dirección espiritual,
experto en los caminos del espíritu, padre de los pobres. Antes, había sido
director espiritual en el Colegio Mayor Ntra. Sra. de Guadalupe (OCSHA) de
Salamanca y en el Seminario Mayor de Palencia.

«La fama de santidad de que gozaba entre seglares, y lo que
es más notable, entre el clero, fue unánime y casi clamorosa», declara el
cardenal Marcelo en el proceso de canonización.

«Ha sido un verdadero regalo de Dios a la Iglesia, en
particular a la Iglesia de Toledo, en nuestros días tan necesitada de maestros y
formadores así», afirma don Baldomero Jiménez Duque que le trató muy de cerca.

Sus restos mortales esperan la resurrección del último día
en la Iglesia de san Bartolomé en Toledo, la ciudad que le vio nacer y morir.

En el 50 aniversario de su ordenación sacerdotal, la
diócesis de Toledo ha organizado unas Jornadas de estudio, cuyas Actas se
publican en este volumen.